Situada en el centro urbano y de pequeñas dimensiones. Era la capilla de un hospital rural destinado a acoger pobres pasajeros. El hospital estaba bajo la advocación de la Virgen de Guía o de la Guía y funcionaba más bien como albergue de caminantes o peregrinos, así como también para dar cuidado y sepultura a los pobres de la localidad.
Se trata de un santuario del
siglo XVI con un alto valor popular. Su construcción es armoniosa, con tres tramos y cubierta de bóveda. El elemento más importante es la portada
de la epístola, tallada en noble cantería de regulares sillares graníticos que
dan lugar a una estructura adintelada, sobre la que se asienta un pequeño friso
renacentista con efigies en relieve de leones. La cabecera sirve de soporte a
una airosa espadaña.
En 1668 se dotó de campanario y poco después de campana.
Tras las desamortizaciones en el S. XIX, el edificio quedó reducido a la capilla que vemos hoy en día, la cual alberga , entre otras imágenes, el altar y la talla de la Virgen de Guía que puede fecharse a finales del S. XVI o comienzos del S. XVII. Su retablo barroco es obra del entallador local Juan Evaristo.
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